8 de agosto de 2014

Sirenidad

Cruzar todos los mares y también algún trozo de tierra. Huir a la deriva y, como todo lo verdaderamente importante, sin pensar. Como tormentas de verano desencontrándose en cada océano. Arrasando los continentes y abriendo grietas en el mar. Furia azul. Estruendos.
Y luego calma. Y un baile en la distancia. Y un: - Estoy aquí- Con falsa timidez. Y un: - Pasaba por aquí, desvestida para ti- Y ya no hay más calma, ni más furia. De repente todo es claridad. Y cambia el escenario. Y todas las escenas. Y sólo amanece y ya faltan horas. Y todas, son pocas. Porque no pasaba por ahí. Venía desde lo más profundo de sí misma. Llevaba cinco mares, y tres vidas. Como aquella sirena. Pero ella ya sólo quería ahogarle el corazón. Y contarle su secreto, que en otra vida, había sido casi humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.