Odio cuando empiezo a confundir los malos días con todos los demás. Y sentir que vuelvo a empezar.
Pero que nunca acabo.
Odio las taquicardias de domingo, sobre todo cuando no es domingo.
Y que ya no me guste quedarme más sola.
Odio haber cambiado sin
haberme dado cuenta, ahora me hundo
infinitamente antes, infinitamente más.
Ahora, todo lo que me ha ido
haciendo fuerte, me mataría.
Si no lo ha hecho ya.
11 de marzo de 2017
14 de febrero de 2017
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El vacío de no saber llenarlo. El de no querer. El de no poder. El vacío de la rabia, de la decepción. El vacío de no poder explicarlo, ni a quién.
El vacío.
Me vacío.
El vacío.
Me vacío.
- Hasta que ya no.
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